El torneo pasado dejé de escribir en este espacio dadas las circunstancias de Cruz Azul, consideré que no valía la pena sentarse cada semana a analizar a un equipo que parecía irse de nuevo a pique, no tenía mayor mérito dedicarle neuronas a un buque hundiéndose.

En el último texto que publiqué expuse que en La Noria cualquier cosa que no sea una debacle de proporciones bíblicas puede ser ganancia dadas las circunstancias del club desde la marcha de Álvaro Dávila. Esa debacle llegó muy pronto en la competencia, sin embargo fue de menor escala ante una decisión acertada, cambiar a Raúl Gutiérrez por Tuca Ferretti en el banquillo. Esta maniobra enderezó parcialmente el rumbo de la nave, aunque no lo suficiente ya que el Clausura 2023 no es una campaña digna de recordar.

Ahora, con el estreno en la nueva temporada en unas horas más, hay que analizar qué sucedió desde la eliminación ante Atlas unos meses atrás para saber dónde nos encontramos parados. Se fueron 11 futbolistas destacando los tres que más tiempo llevaban en el club, Jesús Corona, Rafael Baca y Julio César Domínguez. A priori es sensata la decisión ya que una parte de la afición los consideraba de bajo nivel para defender el escudo de la cooperativa.

De los futbolistas que se marcharon, Gonzalo Carneiro me parecía una apuesta interesante como delantero titular del equipo, sin embargo a pesar de sus contribuciones fuera del área para generar en ofensiva, la ausencia de goles lo terminó condenando. El resto, con excepción de Shaggy Martínez y Ramiro Carrera -el primero con aportes como suplente en la era Reynoso y el segundo sin minutos de juego- son francamente olvidables y prescindibles por lo mostrado en cancha.

Para este nuevo torneo me parece hay que señalar algunos puntos que podrán explicar el nivel de éxito que pueda alcanzarse en la competencia.

La portería

Ante el adiós de Jesús Corona, Sebastián Jurado y Andrés Gudiño tienen la oportunidad de sus carreras para destacar en un club con muchos reflectores. El primero tendrá su revancha después de perder la titularidad que llegó a tener con Diego Aguirre, sin Chuy ya no es el guardameta que solo tiene que llenar sus guantes, sino que ahora debe elevar su nivel como referente del arco. Un aliciente importante para él será que, si se consolida como titular, la selección mexicana lo tendrá en la mira de cara al siguiente Mundial. Inclusive el cambio de número le puede ayudar en el factor psicológico a establecer «un nuevo comienzo» como jugador cementero.

Gudiño por su parte sabe que su oportunidad llegará más fácilmente ahora que solo tiene enfrente a uno y no a dos competidores, cosa que lucía imposible antes del verano. Parece que ahora habrá más competencia por ser portero titular que cuando estaba Corona.

El área rival

Sin Carneiro y Estrada, Augusto Lotti tiene vía libre para consolidarse como 9 titular, eso sí, tendrá que ser a base de goles. Parte con ventaja respecto del recién llegado Dimber Cambindo quien apenas conocerá la liga. Para ello tendrá como socios generadores de futbol a Carlos Rodríguez, Rodolfo Rotondi, Uriel Antuna, Rodrigo Huescas, Chistian Tabó y el brasileño de nuevo ingreso Moisés Vieira.

No obstante aquí se presenta un inconveniente, de llegar a ausentarse algún delantero y el entrenador quisiera alinear a dos puntas se quedaría sin opciones para ese fin salvo que habilite a Tabó o a Moisés en dicho espacio. Parece floja la posición de centro delantero, sin embargo es lo que se tiene y ante la imposibilidad momentánea de hacer una contratación para esa zona habrá que confiar en Lotti y Cambindo.

Retaguardia

Las llegadas de Willer Ditta y Carlos Salcedo -este con ganas de volver a selección mexicana- parecen una mejora cualitativa en relación a lo que aportaban Cata Domínguez y Ramiro Funes Mori. Como handicap en contra se encuentra el hecho que atrás no tendrán a un tipo de consagrado liderazgo como Jesús Corona, no obstante se percibe mucho carácter en primera instancia en esta nueva zaga lo que podría beneficiar a Jurado y Gudño. A esto se suma la mayor participación hipotética de Rafael Guerrero y otros canteranos como Alan Zubiri y Luis Iturbide así como una factible consolidación de Rodrigo Huescas como LD en caso de seguir jugando esa posición.

El banquillo

Con algunos meses de trabajo a sus espaldas y la llegada de futbolistas nuevos -unos de capacidad comprobada y otros a priori buenos prospectos-, Tuca podrá tener un equipo más fiable para ejecutar la idea de juego que propone.

Dirigencia

Los directivos han hecho un mejor mercado de transferencias con respecto del torneo anterior, ya hay un proyecto que parece más encaminado al mediano plazo, sin embargo siguen quedando serias dudas en cuanto a la capacidad de negociación y armado de un plantel en tiempo y forma. El retorno de Jaime Ordiales no parece una buena señal tomando en cuenta la experiencia previa. Los resultados en cancha también serán su responsabilidad, hace una año corrieron a Diego Aguirre a manera de chivo expiatorio sin contemplar que la catástrofe del 7-0 tiene raíz en sus propias falencias administrativas, ahora tienen en el banquillo a alguien a quien no podrán culpar tan fácil de sus propios errores.

El torneo iniciará con varias bajas por lesión, actividad con selección nacional o incluso por trámites administrativos, sin embargo la obligación de mejorar sustancialmente lo hecho en la primera parte del año es absoluta. Genera personalmente enorme expectación ver a Kevin Castaño desenvolverse en el césped dada su reputación en el futbol colombiano, a Jurado sin la sombra de Corona pero con la competencia de Gudiño e inclusive los nuevos uniformes ante el cambio de marca fabricante.

A pesar de no ser un equipo todavía lo suficientemente estructurado para considerarse candidato a campeonar, las bases para conseguir cosas importantes en un futuro deben quedar puestas este torneo.

 

PD. La contratación de Willer Ditta no está anunciada y conociendo a este club, aunque se considere «cerrada» en la prensa su llegada, no hay que darla por hecho.