La paliza recibida anoche en Torreón tiene en Victor Manuel Velázquez y Jaime Ordiales a sus principales responsables, he leído a algunos cruzazulinos otorgando porcentajes de esa responsabilidad a los dirigentes del club sin embargo me parece una posición intelectualmente débil ¿cómo se cuantifica en tanto por ciento el actuar de un grupo de personas en lo relativo a una acción concreta? Me resulta irrelevante hacerlo. No obstante su puedo agregar que Diego Aguirre es una víctima más de esta situación y no un copartícipe.

Cruz Azul decidió cambiar de cuerpo técnico, defensor central, lateral y extremo izquierdos así como de centro delantero en este verano. Una transformación grande. El domingo 15 de mayo fuimos eliminados de la pasada liguilla, fue hasta dos semanas después el 30 de mayo, que se presentó un nuevo entrenador y se arracó la pretemporada tres días más tarde.

Pasó casi un mes para que pudieran anunciar formalmente la llegada del primer refuerzo de este proyecto, Carlos Rodolfo Rotondi, el 4 de julio. El 19 del mismo mes se concretó finalmente el arribo del delantero, Gonzalo Carneiro y el 4 de agosto se hace oficial la contratación de Ramiro Funes Mori como sustituto de Pablo Aguilar.

Entre las presentaciones de Rotondi y el Mellizo pasó un mes, lapso inaceptable de tiempo desperdiciado para construir un cuadro competitivo, disciplinado y sobretodo bien entrenado. Este dato se vuelve más contundente en contra de la gestión Velázquez-Ordiales si contabilizamos que entre el arribo del nuevo D.T. y el defensor central que con urgencia requería transcurrieron más de dos meses.

Nos acercamos a la mitad del torneo y Aguirre no ha podido disponer de plantel conformado en su totalidad, peor aún, han acontecido lesiones (Mayor y Domínguez) que estrechan más aún la baraja con la que el estratega uruguayo puede afrontar el torneo.

El desastre de ayer en el T.S.M. es consecuencia de un trabajo deficiente de planeación y peor aún de ejecución desde la dirigencia. De haber arribado en tiempo y forma, el cuerpo técnico tendría a Funes Mori como opción para reemplazar a un muy bajo de nivel Luis Abram.

De haber contratado a un lateral zurdo ante la marcha de Aldrete, ¡quien se despidió de Cruz Azul desde la primera semana de junio!, Ignacio Rivero podría cambiarse a la banda derecha y competir con Shaggy Martínez o bien avanzar al medio campo para disputar esa posición con Baca y Lira.

Las variables tácticas en el Cruz Azul del segundo semestre del 2022 están muy acotadas porque no hay disponibilidad suficiente de futbolistas para practicar y llevar a los partidos alineaciones distintas. A todo este carnaval organizacional cabe agregar la increíble demora en la renovación de elementos como Ángel Romero, para ponerle limón a la herida.

¿Qué responsabilidad tienen Ordiales y Velázquez? El primero es el encargado de que el club funcione óptimamente y eso incluye la contratación de los futbolistas requeridos y la resolución de conflictos del orden competitivo en tiempo y forma. El segundo, al ser cabeza de la cooperativa más grande de América Latina, debe exigirle a su Director Deportivo que ejecute óptimamente sus funciones. En caso de no concretarse este escenario, entonces debe buscar alguien que sí sea capaz de llevar ese encargo adelante.

Este club administrativamente está en horas muy bajas y se nota desde el manejo de redes sociales, donde el ingeniero es protagonista hasta del más mínimo de los mensajes del club hacia su afición.

Espero equivocarme, pero me da la impresión que estamos ante un semestre perdido y la mentada reestructura institucional es más un eslogan que una realidad en la práctica cruzazulina. Esto es un papelón.