Previamente me dediqué a justificar la condición de favorito del equipo argentino en su competencia con México, Polonia y Arabia Saudita en su disputa por el grupo C de la Copa Mundial de la FIFA 2022 próxima a comenzar. A continuación procedo a explicar dónde puede estar la clave para que el equipo del Tata Martino avance a una hipotética segunda ronda.
Polonia, el arte del autosabotaje
La selección polaca es un caso de estudio, suelen tener plantillas muy interesantes, con un alto potencial competitivo y sin embargo es constante que se despidan pronto en los torneos a los que clasifican, Mundiales y Eurocopas, desde hace dos décadas. Ese es el factor que la Selección Mexicana deberá aprovechar en su afán de clasificar en el grupo.
Empecemos por los campeonatos del mundo. En el 2002 los polacos se fueron en primera ronda de Corea y Japón. En su grupo, que compartieron con Corea del Sur, Portugal y Estados Unidos, quedaron en la última posición con 3 puntos, producto de dos derrotas y una victoria, esta en el último juego ante los norteamericanos.
Cuatro años después la Copa Mundial de la FIFA se acercó geográficamente a casa al disputarse en Alemania. Los resultados fueron los mismos, dos partidos perdidos y uno, el último, ganado también ante un rival de Concacaf, Costa Rica. En esa ocasión pudieron ser terceros en su sector aunque no alcanzó para superar a Ecuador y a los locales. Que se jugara en territorio europeo no sirvió de mucho en su intención de trascender a instancias finales.
Después de ausentarse de Sudáfrica y Brasil, los polacos volvieron en 2018 a un mundial y otra vez fue cerca de casa, en Rusia. Para no perder la costumbre del s. XXI los resultados fueron los mismos, perder los primeros dos encuentros y ganar el tercero, meter las manos cuando ya todo está perdido.
Las Eurocopas no se alejan de esta narrativa salvo alguna excepción. En Suiza-Austria 2008 el equipo albirrojo solo cosechó un empate ante el local, Austria, en el segundo partido. Cuatro años después la oportunidad de conseguir grandes resultados pintaba mucho más factible ya que la selección polaca compartiría con Ucrania la organización del torneo. No sirvió de mucho esta circunstancia al obtener dos empates solamente y establecerse como último clasificado en su grupo.
Para Francia 2016, primera edición de la Eurocopa con 24 participantes, la selección polaca consiguió su mejor desempeño en un gran torneo en el transcurso del s. XXI. Dos victorias y un empate para clasificarse a octavos de final como segunda posición de su sector. Ya en segunda ronda vencieron a Suiza por penales y llegaron a cuartos donde el futuro campeón, Portugal, los derrotaría también en definición desde el manchón del área.
El año pasado, participando en el torneo continental que correspondía a 2020 y fue pospuesto por la pandemia, el equipo centroeuropeo solo pudo obtener un punto consecuencia de la igualada ante España.
Como se puede observar, la selección polaca solo ha sido capaz de superar la primera ronda de un torneo mayor en una de siete oportunidades. Apartadas en el tiempo quedan ya sus grandes actuaciones mundialistas de 1974 y 1972, donde las semifinales fueron su escalón final. Como dato a tener en cuenta, dos de sus tres más victorias en Copa del Mundo del 2002 a la fecha han sido ante rivales de CONCACAF, ojo con eso.
Se puede inferir que para Catar el polaco es un equipo con más jugadores militando en clubes importantes y siendo figuras varios de ellos, principalmente Lewandowski, Szczęsny, Milik, Zieliński; no obstante en años anteriores también han tenido futbolistas de alto nivel: Boruc, Olisadebe, Błaszczykowski, Piszczek, Krzynówek, Smolarek o Jelen y estos nombres no pudieron trascender vistiendo la camiseta de su país. La selección mexicana tendrá en Polonia a un rival que está acostumbrado a no cumplir con las expectativas que generan sus buenos planteles.
Arabia Saudita, un misterio que a priori sorteable
El tercer rival de México será Arabia Saudita, como punto de partida es preciso mencionar algunas fortalezas más allá de lo futbolístico que le encuentro a esta selección. A pesar de representar a un país que ha tenido desacuerdos diplomáticos con el anfitrión Catar, a nivel cultural, geográfico y de clima serán el equipo más familiarizado con el entorno en el que se desarrollará el torneo.
La condición limítrofe de Arabia Saudita con Catar hace factible que los aficionados del primero se desplacen al segundo, lo que puede ser un factor benéfico en el sentido psicológico para los jugadores saudíes.
El plano referente a lo deportivo no deja mucho lugar a interpretaciones, el equipo saudí suele asistir a los mundiales a jugar tres partidos y devolverse a casa. Entre 1998 y 2018 solo han ganado un partido en primera ronda (vs Egipto en 2018) y tenemos que remitirnos a 1994 para encontrar, en su primera participación mundialista, un torneo donde haya avanzado a segunda fase.
Salvo 3 excepciones en Rusia hace cuatro años, los jugadores de esta selección convocados para disputar mundiales son siempre elementos que participan en la liga de su país, lo que puede implicar una desventaja ya que no es una liga que manifieste internacionalmente un gran poder, sin embargo el hecho de que sus integrantes se conozcan tan bien puede resultar en una cohesión que siempre es bienvenida.
Polonia y Arabia Saudita tienen una tendencia a tropezar a la hora buena, lo que a priori los vuelve rivales más asequibles para el tricolor y con los que habrá de disputar su lugar en octavos de final ante la superioridad manifiesta de Argentina. Ahora la interrogante es ¿Qué tiene México para ofrecer y cuáles son sus credenciales en este grupo? Esa respuesta la resuelvo en un próximo texto.
