Escribo el presente texto como antítesis del publicado por Hugo Sánchez en los periódicos Esto y El Sol de México que puede leerse aquí
México es país cuya historia está profundamente ligada a las migraciones. Los dos más importantes mitos fundacionales de su sociedad tratan sobre migraciones: el de los mexicas que llegaron al Valle de Anáhuac procedentes de Aztlán y el de los europeos que, encabezados por Hernán Cortés, arribaron a Mesoamérica.
A pesar de esta indeleble huella histórica el mexicano aún guarda en muchos de sus sectores cierto recelo ante el foráneo que llega a su tierra. Piensa que le vienen a quitar el trabajo, a robar, etc. El futbol absorbe muchas de esas características y las refleja como si fuese un prisma.
La Federación Mexicana de Futbol ha contratado a Gerardo Daniel Martino como entrenador de la selección mayor y no se ha hecho esperar el rechazo de aquellos mismos quienes no aceptaron la incursión del colombiano Juan Carlos Osorio en el mismo cargo; los Hugo Sánchez, Tomás Boy y demás personajes del futbol nacional cuyo acceso a un micrófono pareciera los obliga a hablar de cualquier situación.
De acuerdo con la columna del Pentapichichi antes citada, Martino «no es bienvenido… dado que en México hay muy buenos directores técnicos para llevar a buen puerto a la Selección en su camino rumbo a la Copa del Mundo de Qatar 2022».
La nacionalidad del entrenador no juega
Cada absurdo y patriotero juicio que tanto Sánchez como otros personajes del medio futbolístico mexicano despliegan en columnas y comentarios para televisión se puede rebatir recurriendo a la evidencia empírica.
Bélgica alcanzó su mejor participación en un mundial de la mano de un español (Roberto Martínez), Colombia y Paraguay lo hicieron con argentinos (José Pekerman y Martino respectivamente) y tanto Costa Rica como Ecuador con colombianos al mando (J.L. Pinto y Luis Fernando Suárez). El guía de la mejor participación portuguesa en la historia reciente de la Copa del Mundo es brasileño (Luiz Felipe Scolari) y neerlandés el responsable de la australiana (Guus Hiddink).
En justas continentales varias selecciones han alcanzado su mejor posición con entrenadores foráneos. Grecia escribió el milagro futbolístico más inverosímil del siglo XXI bajo la tutela de un alemán (Otto Rehaggel), Chile ganó dos Copa América con argentinos (Jorge Samaoli, Juan A. Pizzi) y Rusia alcanzó su mejor puesto posterior a la época soviética con un neerlandés (Guus Hiddink). Jamaica por su parte llegó a su primera de dos finales consecutivas de Copa Oro con un alemán (Winfried Schäfer).
Perú regresó a un mundial detrás de la estela de un argentino (Ricardo Gareca), Panamá clasificó por primera vez a uno a las órdenes de un colombiano (Hernán Darío Gómez), mientras que Jamaica alcanzó esa hazaña gracias a un brasileño (René Simoes) y Trinidad y Tobago con un neerlandés (Leo Beenhakker).
Como se ha visto en los anteriores tres párrafos, la nacionalidad del entrenador no es impedimento para alcanzar ciertos grados de éxito.
Ser mexicano no garantiza nada
El equipo mexicano ha participado en 16 mundiales, de los cuales en 10 ha sido dirigido por entrenadores nacionales y de los 5 extranjeros que lo han guiado en Copas del Mundo, solo Juan Carlos Osorio no se ha formado en México. Ninguno de los muy buenos entrenadores a los que refiere Hugo Sánchez ha logrado el ansiado resultado consagratorio del tricolor en un mundial, es decir, el paso de calidad que simplifican prensa y afición como «alcanzar el quinto partido».
En la actualidad ¿Quiénes son esos muy buenos entrenadores para llevar a buen puerto a la selección? y ¿qué ha pasado con los anteriores muy buenos entrenadores? empiezo respondiendo la segunda pregunta.
Miguel Herrera, el propuesto por Sánchez, fue despedido en 2015 después de agredir a un periodista en un aeropuerto. José Manuel de la Torre al poner en riesgo con resultados deficientes la clasificación hacia Brasil 2014. Victor Manuel Vucetich no obtuvo por cuenta de su equipo los puntos requeridos que llevarían a México a disputar la reclasificación ante Nueva Zelanda y dependió de los goles anotados in extremis por Estados Unidos ante Panamá.
Por Javier Aguirre han recurrido en 2001 y 2009 para alcanzar la Copa del Mundo pero en ambas ocasiones la aventura del Vasco ha concluido con una profunda decepción en la afición mexicana. A ello habrá que sumarle las declaraciones del ex entrenador de Osasuna y Atlético de Madrid quien aseguró en 2010 que México «es un país jodido». El último entrenador mexicano que no abandonó del todo la aventura del tricolor por la puerta trasera fue Manuel Lapuente.
En los últimos 8 años, los siguientes entrenadores han resultado campeones en México.
Ricardo Ferreti (x4)
Antonio Mohamed (x2)
Miguel Herrera (x2)
Gustavo Matosas (x2)
Guillermo Vázquez
Benjamín Galindo
Caixinha
Diego Alonso
Matías Almeyda
Robert Dante Siboldi
De diez, siete son extranjeros y tres mexicanos, aunque casos como el de Ferretti y Siboldi podrán validarse como nacionales al haber desarrollado la totalidad de su trayectoria en México, dejando la cifra en 5 formados en México y 5 en el extranjero, siendo el mismo Tuca el más laureado, no obstante ha declarado en incontables ocasiones su rechazo por ser el encargado del equipo nacional. Aquí su palmarés:
Trayectoria: 28 años
Títulos de primera división: 6 (Guadalajara, UNAM, Tigres (4))
Títulos de Copa: 1 (Tigres)
Títulos de Supercopa: 4 Campeón de Campeones (Toluca, Tigres (3))
Experiencia en otras ligas: no
Experiencia Europea: no
Experiencia Sudamericana: no
Mejor resultado internacional: Final Copa Libertadores (2015)
Experiencia en selección nacional: si (interinato en 3 ocasiones)
Mejor resultado: Copa Concacaf 2015 (clasificación de México a Copa Confederaciones 2017)
En comparación con Tuca, el palmarés de Tata Martino no resulta pobre y en cambio posee experiencia en competiciones a las cuales el entrenador de los Tigres nunca ha accedido, tanto a nivel de clubes como de selecciones.
Trayectoria: 20 años
Títulos de primera división: 6 (Libertad (3), Cerro Porteño, Newell’s y Atlanta United)
Titulos de Supercopa: 1 (FC Barcelona)
Experiencia Europea: si (FC Barcelona)
Experiencia Sudamericana: si (Almirante Brown, Platense, Instituto, Colón, Newell’s, Libertad, Cerro Porteño)
Mejor resultado internacional: Semifinalista Copa Libertadores (2006, 2013)
Experiencia en selección nacional: si (Paraguay, Argentina)
Participación en mundiales: si (Paraguay, 2010)
Mejor resultado: Cuartos de Final (Paraguay, 2010)
Participación en Copa América: si
Mejor resultado: Finalista (2007, 2015, 2016)
Martino ha dirigido en primera división en 3 ligas (Argentina, Paraguay y España), saliendo campeón en 2 de ellas, ha dirigido en los dos torneos continentales de clubes más importantes (UEFA Champions League y Copa Libertadores), mientras que Ferretti solo tiene recorrido en el futbol mexicano.
Nuestro deporte rey en su factor estrictamente deportivo es igual al que se practica en todo el mundo. Dos equipos de 11 integrantes, 10 jugadores de campo más un guardameta, deben anotar gol en la portería contraria sin usar las manos. La excusa esgrimida con ingenuidad que señala «el futbol mexicano es muy difícil» podrá aplicarse a nivel directivo, no obstante en la cancha no guarda ningún secreto.
Cualquier argumento que intente validar el rechazo por Tata cae enterrado bajo el peso del empirismo y solo exhibe un aire de xenofobia que en una actividad tan globalizada como el futbol no tiene cabida.




